La Ruta del Vino

(Ejemplo)

Ensenada, B.C. - Los acelerados cambios económicos, ambientales y sociales que se experimentan hoy a nivel mundial no le son ajenos a la actividad turística. Estos vaivenes ofrecen una oportunidad para reinventar los destinos turísticos, revalorar los territorios y apostar por un desarrollo más responsable con el entorno y las culturas locales.

         Actualmente la mirada del turista busca nuevos horizontes y la experiencia del viaje es cada vez más importante. Retomando a Urry, es posible señalar que surgen otros turismos desde que el turista trata de alejarse cada vez más de los patrones establecidos por la masificación de la actividad turística. En este marco emerge un nuevo turismo, llamado “alternativo” en contraposición al 

 

 

tradicional, donde se ubica al turismo cultural, rural, agroturismo y enoturismo, que enarbola prácticas más respetuosas con el entorno y muestra mayor interés por la cultura y las tradiciones locales. En este segmento las experiencias y vivencias del visitante se convierten en la parte fundamental del viaje.

       Acercarse a un objeto de estudio generalmente implica un proceso interpretativo que nos lleva por un complejo camino en busca de los significados de la conducta humana y un mejor entendimiento de la acción social. En este sentido, reconocer que los bienes tangibles e intangibles de las zonas rurales representan una posibilidad de reconversión de las actividades primarias hacia otras más rentables como la agroindustria y el turismo, posibilitan el arraigo de la población, la identidad cultural y territorial, la creación de empleos y la promoción del desarrollo socioeconómico de zonas desfavorecidas.